Arar es una práctica agrícola esencial y muy eficaz para la preparación del lecho de siembra, crucial para optimizar el crecimiento de los cultivos. Utilizando un arado, los agricultores pueden gestionar y controlar eficazmente las malas hierbas, caracoles, babosas y plagas, garantizando un entorno limpio y fértil para la siembra. Además, el arado ayuda a descomponer e incorporar los residuos de los cultivos, mejorando la estructura y la fertilidad del suelo.Con un compromiso con la calidad y la innovación, los arados Kverneland son la elección inteligente para los agricultores dedicados a la excelencia y la sostenibilidad en la agricultura.