El arado es respetuoso con el medio ambiente
El "Proyecto Catch-C" reunió 291 experimentos a largo plazo en toda Europa. Llegaron a la conclusión de que el arado es más respetuoso con el medio ambiente que el laboreo de conversión y la siembra directa. El arado asegura los rendimientos de cosecha al tiempo que limita las emisiones de gases de CO2 y N2O en comparación con los otros dos sistemas de implantación de cultivos.
Catch-C: Compatibilidad de las prácticas de gestión agrícola y los tipos de explotación en la UE para mejorar la mitigación del cambio climático y la salud del suelo
Humus y humus
El humus (materia orgánica) está compuesto por un 60% de carbono. El humus es el factor clave de la fertilidad, pero su posición en las capas del suelo es importante. Si se encuentra en la capa superior, el humus no es estable y libera gran cantidad de gases de efecto invernadero como CO2 y N2O. Por el contrario, cuando se entierra mediante el arado, el humus se esparce por todo el perfil del suelo. Entonces es estable y se denomina humus estable o permanente. El CO2 queda entonces secuestrado.
El humus puede representar una media del 5% del perfil del suelo. Evidentemente, cuanto menos profundo sea el arado, mayor será el contenido de humus en el estrato superficial del suelo.
Otra ventaja de un suelo rico en humus que se identifica por su color oscuro, es el hecho que colabora en la acidificación, mejora la disponibilidad de nutrientes en suelos calcáreos y además ayuda a que el suelo se caliente más rápidamente durante la primavera. Esto favorece el crecimiento de las plantas.
Arado y humus
El porcentaje de contenido de humus en el suelo es el resultado de una compleja interacción entre:
- la cantidad y la composición de los materiales orgánicos en el suelo
- la conservación, descomposición y estabilización de los materiales orgánicos en el suelo
El humus permanente es especialmente importante para la protección del clima. Es necesario cuidarlo. Si el suministro de carbono orgánico en el suelo disminuye, se libera CO2. Y viceversa, si el suministro aumenta, el CO2 se fija en el suelo.
Mediante el arado, los materiales orgánicos se incorporan bien a todo el horizonte de trabajo. El arado proporciona además un contenido de humedad y de aire optimizado durante el proceso para permitir la descomposición de los materiales orgánicos. Éstos quedan enterrados y limitan así la liberación de CO2 y nitrógeno.
Otros factores que favorecen la creación de humus es labrar diferentes cultivos habiendo organizado una rotación de cultivos. También se recomienda introducir un cultivo de cobertura, preferiblemente con una mezcla de variedades y especies vegetales que servirán de abonado en verde; especialmente interesante la adición de leguminosas en esta mezcla.
Enterrar por completo las malas hierbas, en la profundidad del suelo, tiene dos ventajas: es un control eficaz de las malas hierbas y las enfermedades y reduce la necesidad de utilizar productos químicos. Ayuda a cumplir con el acuerdo verde europeo que pretende disminuir en un 50% los productos químicos en la agricultura a corto plazo.
Arar y suelos sanos
La Universidad de Kiel realizó un seguimiento de la producción de mico toxinas en el suelo durante los sistemas de establecimiento de cultivos para el maíz. Llegaron a la conclusión de que el arado reduce con creces el riesgo de enfermedades fúngicas en comparación con otros sistemas de implantación de cultivos y de que se deben llevar a cabo rotaciones de cultivos.
Fuente: seguimiento del maíz, Universidad de Kiel, 2012 (adaptado)
* Deoxinivalenol = metabolito de diferentes hongos (Fusarium culmorum, Fusarium gramineum, etc.)
¿Por qué arar con Kverneland?
Desde el punto de vista agronómico, la gama de cuerpos de labranza Kverneland es amplia. Además, son reconocidos mundialmente por sus altos rendimientos. Por lo tanto, se espera un arado perfecto que ofrezca un lecho de siembra limpio. Las malas hierbas y los restos de cultivo, así como semillas caídas quedan enterrados y también contribuyen al humus.
Dado que el humus se encuentra en la parte superior del suelo, se aconseja arar a poca profundidad. Los cuerpos de Kverneland permiten un arado superficial eficaz. Esto proporciona un mayor contenido de humus en las capas superiores del suelo.
Para evitar la formación de una suela de labor que afectaría al drenaje y a la capilaridad del agua, recomendamos cambiar la profundidad de arado anualmente. Una alternativa es utilizar la Eco-Share trabajando 10 cm por debajo de la profundidad de trabajo. Esto eliminará la posible suela de labor creada por las rejas.
Del mismo modo, la profundidad de arado podría reducirse en 10 cm para arar aún menos profundo.
Los arados Kverneland son más ligeros que los de la competencia. De ahí que se puedan utilizar tractores más pequeños y ligeros, limitando así la posible compactación del suelo, reduciendo la necesidad de potencia, el consumo de combustible y con ello las emisiones de CO2.
Taneli Hyttinen, de Finlandia, comparte su experiencia:
"Hace algunos años que intento trabajar mi tierra sin arado. Esto se debió a una tendencia común para ahorrar costes. Pero tengo que admitir que el resultado fue el contrario: Tuve que hacer frente a menos rendimientos junto con un aumento de malas hierbas difíciles de controlar. Además, el drenaje no era tan bueno en comparación incluso con un arado poco profundo mientras utilizara una grada de discos compacta para la preparación del suelo. Estoy convencido de que el arado protege el rendimiento. No tiene por qué llevarse a cabo todos los años, pero definitivamente ya no haré ninguna rotación de cultivos sin él".